CONCEPTO:

El ser humano lleva centenares de años abusando del planeta y actualmente ya estamos pagando con esa explotación natural. Parte de esa destrucción y caos causada por el antropo, se debe a las empresas que se rigen por el sistema económico capitalista. Esto demuestra que, en su mayoría, la sociedad está basada en el antropocentrismo, sin tener en cuenta todos los demás factores animales, naturales, vegetales, etc.

La contaminación es un problema creciente en nuestro mundo actual, y las empresas capitalistas desempeñan un papel fundamental en esta preocupante situación. El modelo económico basado en la maximización de ganancias y la competencia feroz ha llevado a numerosas empresas a descuidar sus responsabilidades ambientales con el objetivo de obtener mayores beneficios. A medida que la evidencia científica sobre el cambio climático y sus impactos se hace más clara, es esencial abordar esta problemática y buscar soluciones sostenibles.

Por lo tanto, este proyecto sitúa su territorio desde lo que sería el reciclaje, las energías renovables y todo aquello que contribuya al beneficio por parte del medioambiente. De forma más concreta aún, la formalización será abordada directamente desde el territorio del reciclaje.


Enunciado #03: Entender/explicar un territorio complejo

La contaminación y las empresas capitalistas: un desafío ambiental urgente
DESARROLLO:

Las empresas capitalistas, en su afán de generar ganancias, a menudo priorizan la producción en masa y la reducción de costos sin tener en cuenta los impactos ambientales. Este enfoque se traduce en prácticas industriales que generan una cantidad considerable de emisiones contaminantes, como dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles. Además, muchas empresas descargan residuos tóxicos en cuerpos de agua o en el suelo, lo que contribuye a la contaminación del medio ambiente y afecta negativamente a la salud de las personas y los ecosistemas.

El fenómeno de la externalización de costos también juega un papel relevante. Las empresas capitalistas, en su búsqueda de maximizar las ganancias, a menudo transfieren los costos ambientales a la sociedad en general. Esto significa que los daños causados por la contaminación, como problemas de salud, degradación del entorno y escasez de recursos naturales, recaen en la sociedad en lugar de ser asumidos por las propias empresas. Esta externalización de costos es una consecuencia directa del sistema capitalista y representa una injusticia ambiental.

Sin embargo, es importante destacar que no todas las empresas capitalistas operan de la misma manera. En los últimos años, ha habido un aumento en la conciencia ambiental y muchas compañías han comenzado a implementar prácticas más sostenibles. Algunas han adoptado estrategias de economía circular, reduciendo el uso de recursos naturales y diseñando productos con menor impacto ambiental. Otras han invertido en tecnologías limpias y energías renovables para disminuir su huella de carbono. Estas acciones muestran que es posible conciliar el modelo de negocio capitalista con la responsabilidad ambiental.

FORMALIZACIÓN:

Basándome en las empresas que utilizan métodos capitalistas, y a su vez, son responsables a nivel medioambiental, nace una necesidad / operación semiótica que pretende crear un nuevo lenguaje simbólico. Esta nueva vía semiótica pretende incentivar a las demás empresas a emplear métodos más efectivos de cara a la reducción de la huella de carbono y el beneficio del sistema natural del planeta.

Esta operación semiótica está dirigida en gran medida las empresas capitalistas, y también afectaría directamente a nuestra sociedad. Se trata de una constelación de símbolos, basados en una simbología ya existente. Partiendo de esta simbología empleada en otros ámbitos, conseguiríamos aportarles un nuevo significado al cambiar de contexto.

Estos signos harían referencias evidentes a la contaminación y la afectación medioambiental, y serían tales como: huella de carbono, bolsa de reciclaje, emisiones contaminantes, etc. Según su tamaño o variación cromática, tendrían un significado u otro, basándome en los colores principales que señalan la intensidad de la gravedad (verde, naranja, amarillo, rojo).
MATERIALIZACIÓN:

Una vez creada esta constelación de signos, quedaría agruparlas entre sí para diferenciarlas y aportarles unos significados u otros. El objetivo de todo esto, sería que las empresas capitalistas que emplean productos contaminantes, a su vez, usaran esta simbología para apoyar a la cura del medioambiente en sus mismos productos. Es decir, dichos productos irían marcados por estos símbolos una vez salieran a luz.

Esto no solo contribuiría dentro de las empresas, ya que genera consciencia y mayor responsabilidad moral y activa, sino que también afectaría directamente al cliente, es decir, a la sociedad actual. Estos símbolos indicarían cómo de contaminante es un producto, envase, embalaje, recipiente, etc. Y de esta forma, todo el mundo tendría acceso al conocimiento de la necesidad del uso responsable y la cura de lo que no solo pertenece al mundo del antropo.

Entonces, nos centramos en el territorio concreto del reciclaje, partiendo del mundo capitalista económico social. Y de ahí, nace esa voluntad de descentralizarse de las necesidades humanas para aportar y contribuir al beneficio del planeta Tierra, generando un nuevo sistema semiótico a través del cual entender ese mismo territorio de forma fructífera y beneficiosa.

Estos símbolos irían pegados al envase o al producto de manera identificativa. Gracias a ellos, tanto las empresas como las personas podrían saber qué magnitud de contaminación hay en sus manos.